Arte y Espectáculos

Una obra de arte creada con WhatsApp

Daniel González presentará una gran instalación a fin de año en el museo MAR. El público puede participar en el proceso creativo a través del WhatsApp 223–423 46 54.

por Ana Laura Espósito

MILAN, Italia.- Daniel González vive y trabaja entre New York y una pequeña ciudad de doce mil habitantes llamada San Pietro in Cariano, en la provincia de Verona, a quince minutos de la estación de trenes Verona Porta Nuova a la cual llego puntual en la línea de alta velocidad desde Milán. Sigo las indicaciones de Elena Girelli, asistente de González desde hace cuatro años, quien restituye un cierto orden lógico al universo del artista en el cual impera la creación de mundos irracionales y energéticos.

Camino hacia la puerta principal de la estación: un edificio racionalista reconstruido después de la destrucción casi total durante la Segunda Guerra Mundial. Inmediatamente intercepto la mirada de Elena que me busca con una expresión amigable y entusiasta. Segundos después Daniel González entra en cuadro y nos reconocemos en ese particular y marcado acento argentino de un italiano correcto conquistado con los años. Se inaugura en ese instante un encuentro que se extenderá por varias horas en un mar de preguntas y respuestas. Pasamos del registro profesional a la conversación amena del café. Se produce un efecto singular, como una especie de estratificación del discurso que se mece entre uno y otro idioma en modo discontinuo. El calor agobiante del verano no nos desmoraliza y el trayecto hacia la casa-estudio se revela ameno y rico de coincidencias. Como sucede siempre en las rutas que llevan de una a otra parte de Italia, el paisaje evidencia siglos de civilización ya sea en las viñas centenarias o en las cúpulas de las iglesias que preanuncian el corazón de un centro habitado.

Minutos más tarde desde la ruta principal se abre un camino de tierra que nos conduce a una típica cascina –una estructura agrícola en sus orígenes–. La casa es austera y encantadora. El paisaje agreste que persiste a través de las ventanas se esfuma en la medida que alejo la mirada hacia el horizonte. Pienso a Leonardo Da Vinci, sus estudios acerca de la óptica y las consecuencias en su estilo pictórico.

Los materiales de trabajo de González (Buenos Aires, 1963) restituyen a la atmósfera un clima de fiesta y confiesan el inconfundible estilo del artista en el cual arte y moda dialogan adquiriendo el protagonismo alternativamente. Lentejuelas, una máquina de coser, pasamanerías, canutillos y más de cincuenta cajas que custodian zapatos extravagantes y geniales. “Estos zapatos son piezas únicas, esculturas, obras de arte únicas para vestir que hemos presentado en la Fashion Week de Milán del 2015 con una performance muy fuerte” comenta el artista. El trabajo pertenece al proyecto llamado D.G. Clothes Project y revela su pasión por el diseño inaugurada en Mar del Plata en 1982 con la creación de la marca Pisquit Sunwear.

La conversación continua con los típicos saltos temporales de un relato que conjuga pasado y presente. Llegamos a 1987, año en el que decide emigrar a Italia. Su trabajo como artista conquista paulatinamente un lenguaje propio subrayando su interés central en los ritos de celebración y la subversión de las convenciones concretándose en proyectos de carácter público. A partir del 2007 inicia a explorar la arquitectura efímera como medio expresivo realizando su primer trabajo en colaboración con la artista Anna Galtarossa, Chili Moon Town Tour (2007), una ciudad utópica flotante instalada en el bosque de Chapultepec en Ciudad del México curada por el historiador del arte de la Tate Modern de Londres, Andrea Lissoni.

Celebrar, preparar y recordar una fiesta son elementos que instauran un rito y reactivan los vínculos con la comunidad suspendiendo momentáneamente el tiempo. Aspectos que atraviesan la poética de González y que caracterizan el proyecto Pop-Up Museo Disco Club (2011), una instalación realizada para la Bienal del Museo El Barrio en 2011, en la cual el tiempo es transformado en dimensión celebrativa permanente dotando de nuevos significados el espacio bisagra que separa el museo de la vida en la urbe.

#WhatsUpArgentina Mi casa Tu casa

El vínculo cómplice entre artista y espectador, la fusión arte-vida, la performance y el uso de medios expresivos como el ensamblaje y el objet trouvé –junto a la reapropiación de elementos de la cultura de consumo– son elementos que caracterizan la obra de González. Si solo alguna o varias de estas componentes serán parte de la arquitectura efímera que presentará en el Museo de Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires (MAR) a fin de año, lo descubriremos en breve. Mientras tanto el público es invitado a participar del proceso creativo enviando mensajes de WhatsApp al número 223-423 46 54 con ideas y sugerencias acerca de cómo imaginan la casa de sus sueños. González ya se encuentra trabajando en la instalación de grandes dimensiones titulada #WhatsUpArgentina Mi casa Tu Casa y desembarcará en noviembre en Mar del Plata para iniciar a programar con el equipo del museo el montaje de la obra.

“La instalación de González ocupará espacios no tradicionales en términos expositivos como por ejemplo el hall de entrada del museo. Es muy interesante como el artista involucra a la comunidad en las diversas etapas que atraviesa una obra. Además, estamos preparando un programa de conferencias y actividades que permitirán la participación de los espectadores durante el entero período de la muestra”, concluye entusiasta Micaela Saconi, directora general del MAR.

(*): revistamagenta.com

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